Máscara o Antifaz de Carnaval

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Máscara o Antifaz de Carnaval

¿Qué sería el carnaval sin la máscara, esta pieza esencial de un disfraz exitoso? Las máscaras se han convertido en uno de los símbolos de este festival y se utilizan como objetos de culto, utilería teatral y disfraces. Les proponemos recorrer la historia de las máscaras del Carnaval.

Origen de la Máscara o Antifaz de Carnaval

La costumbre de llevar una máscara en ciertas ocasiones tendría orígenes muy lejanos.
Desde el descubrimiento del “hombre con la máscara” en la cueva de los Tres Hermanos en Ariège, se puede localizar el origen de las máscaras en el Paleolítico, entre 15.000 y 10.000 años antes de Cristo. !

Aunque no conozcamos el significado y el uso de la máscara en ese momento, todavía podemos ver al ancestro más remoto de nuestras máscaras de carnaval.

Varias funciones de la Máscara o Antifaz de Carnaval

La función principal de la máscara siempre ha sido preservar el anonimato del usuario.
Mucho antes de que se convirtieran en un símbolo del Carnaval, las máscaras se usaban en ceremonias y actuaciones rituales.

En la antigüedad, las máscaras se usaban en el culto Dionisíaco y en las ceremonias funerarias. En África, la máscara todavía se usa hoy en día en ceremonias rituales para representar un espíritu o un antepasado.

Las máscaras también juegan un papel importante en el teatro. En el teatro griego y romano, la máscara (persona) se utilizaba no sólo para representar personajes diferentes, sino también para amplificar las voces de los actores. Este accesorio se encuentra en todos los continentes en el teatro de máscaras balineses, la Commedia dell’ arte o Noh japonés…

Máscaras de Carnaval

La máscara se usaba como un disfraz a partir de la Edad Media. Un tiempo abandonado al maquillaje, este accesorio reapareció en la forma del lobo (de Italia) bajo el reinado de Francisco I. Bajo Luis XIV, los artistas de ballet que bailaban para el rey tenían la cara enmascarada de un lobo.

Hoy en día, las máscaras de carnaval pueden ir desde el simple lobo hasta las construcciones más elaboradas, en papel maché, de madera, pintadas, decoradas con plumas o joyas…

Pero su función seguía siendo la misma: esconder los rostros de los participantes para que pudieran revertir los roles y transgredir lo prohibido. Todos tienen la oportunidad de salir y divertirse en total libertad.